Tipología de cáncer: Tumor germinal de nivel III en el testículo con metástasis en el abdomen y en ambos pulmones, así como en diversas zonas del tórax

Me llamo Raúl Villacampa tengo 41 años, estoy casado y tengo una hija que se llama Laura de 12 años.

Para que lo comprendáis bien, os pongo en antecedentes de lo que ha sido mi vida desde el año 2006. Año en el que se me diagnostica un tumor germinal de nivel III en el testículo con metástasis en el abdomen y en ambos pulmones, así como en diversas zonas del tórax.

Hacía algunos meses que tenía un dolor intenso en la zona lumbar, pero evidentemente durante los dos meses que me trataron con calmantes, lo que se suponía era una hernia discal, no mitigaban ese dolor sino que iba aumentando. Hasta que un día en una plaza de Jaca me desmaye por asfixia pues tenía los dos pulmones “encharcados”. Al día siguiente me operaban y me extirpaban un testículo y a la vez empezaba mi ciclo de quimioterapia. Las expectativas no debían ser muy esperanzadoras cuando le decían los médicos a mi familia que no tenía muchas posibilidades. La quimioterapia continuó los siguientes 6 meses, hasta completar un total de siete ciclos. Me ingresaban una semana entera para administrarme un ciclo de quimioterapia y luego me daban 21 días para recuperarme.

Cuando había luchado con todas las células existentes en todo mi ser para mejorar día a día y poder alcanzar un nivel físico aceptable (andar unos 15 o 20 minutos seguidos) me decían que me quedaban dos días para volver a ingresar porque concluían los 21 días.

Me habían administrado toda la quimioterapia que previsiblemente mi cuerpo podía soportar y por suerte poco a poco mis marcadores tumorales descendieron a niveles normales, pero aun quedaban bastantes focos de metástasis por todo el tórax que se hicieron resistentes a la quimioterapia y había que extirparlos. Así que después de todo esto, entraba en juego la cirugía y sin dar muchos detalles técnicos, la primera intervención supone abrir el abdomen ( desde la pelvis hasta el esternón ) y posteriormente una vez recién recuperado me operan de los dos costados abriendo ambas partes de las costillas . Pero todavía quedan algunos focos inaccesibles a los que poco a poco y hasta el día de hoy hay que darles “ caña “ para que ni se les ocurra sacar la cabeza, por que han de saber que les pasará como al resto de sus ejércitos de tumor “ serán derrotados”. ¿Que como se hace? Luchando como todo en esta vida, pero para eso tienes que tener ganas de LUCHAR POR VIVIR.

DSC00159-1

Con todo esto no quiero en ningún momento crear sentimiento alguno de pena, lastima…, nada mas alejado de la realidad. Puesto que toda esta experiencia que he relatado de una manera resumida, es a pesar de lo dura que ha sido, la mejor experiencia que he tenido, puesto que es la única que ha logrado que DISFRUTE DE CADA MINUTO DE VIDA.

* Durante el tratamiento.

Ahora me doy cuenta de la cantidad de gente que esta pasando por tragos parecidos o peores, que como yo caen asustados en este mundo del CÁNCER en el que desde el principio solo haces que pegar palos de ciego, por que no sabes como luchar.

Al final, una de mis principales conclusiones es que el cáncer se va comiendo lentamente o de una manera fugaz a cada uno de los individuos que lo padecen, principalmente a nivel físico. Y actualmente la medicina actual el tratamiento que propone “La quimio” también te destruye físicamente ( ojo: bendita quimio que a algunos nos permite el poder contarlo hasta el día de hoy).

Así que hay que remontar al cáncer y a la quimioterapia las fuerzas que nos va quitando, e ir ganando el pulso poco a poco a nivel físico, mental, emocional… para pensar que no nos esta ganando la batalla de nuestra vida.

Además tienes que controlar también como afecta todo esto a tu entorno mas próximo ( mujer, hijos, padres, hermanos…) puesto que ellos lo sufren de manera diferente pero también intensamente el sufrimiento que provoca la enfermedad. Por eso, creo que ir aumentando nuestros niveles de conocimiento de cómo enfrentarnos a esta enfermedad proporcionara también seguridad en nuestra familia y por lo tanto en cierta manera mitigaremos el sufrir del acompañante que es casi mas doloroso que el nuestro propio.

ironman-Lisboa-053DSC00362

*Con mi mujer Rut entrenando para el Ironman                 * Con mi hija Laura poco después de recuperarme

Raúl Villacampa Buira, 40 años